Espacio y comodidad personalizados

A diferencia de una habitación de hotel, una casa de temporada ofrece salas amplias, cocina completa, patio o balcón y, en muchos casos, piscina o parrilla. Ideal para quienes buscan relajarse como en casa.

Más privacidad para descansar

Nada de pasillos ruidosos ni personal tocando la puerta. En una casa, tienes tu propio espacio para disfrutar cada momento sin interrupciones ni miradas externas.

Ahorro para familias y grupos

Alquilar una casa y dividir el costo entre varias personas suele ser más económico que reservar varias habitaciones de hotel. Además, puedes cocinar tus comidas, lo que reduce aún más los gastos.

Libertad para seguir tu ritmo

Sin horarios fijos para el desayuno ni reglas estrictas. Tú decides cómo y cuándo vivir tu día. La casa es toda tuya, para que disfrutes a tu manera.

Una experiencia más auténtica y local

Alojarte en un barrio residencial te conecta más con la cultura local. Puedes explorar mercados, conversar con vecinos y descubrir rincones que los turistas muchas veces no conocen.